Que el tiempo es éste y es todos, que es buscado y recuperado, que lo que fue y aquello que es están ambos presentes en el tiempo futuro, y el mañana permanece en el pasado contenido.
Que en una cocina del siglo XVIII se mezclan los ingredientes, las culturas y las emociones.
Que en el vagón comedor de un tren del porfiriato los espíritus dictan a Madero las coordenadas de la revolución… ¿sexual?
Que la vida es una película en blanco y negro, con rumberas y asesinatos, amores y sangre, vista desde una mesa de pista.
Que el arte cobra vida, que tiene color, sabor, aroma… y hasta peso.
Que cada instante es un juego de espejos, de proyecciones, a saber si sólo psicoanalíticas o de plano tecnológicas.
Que tres de los mejores chefs de México cocinan sólo para ti.
Que una diva legendaria de la ópera, el teatro, el cine y el pop te canta al oído, te saca a bailar.
Que el cristal con el que miras cambia de color. (¿O será que la ilusión vive en el armazón de los anteojos?)
Que protagonizas una experiencia escénica, gastronómica, de vida, que no tiene precio.
Que el tiempo es éste y es todos, que es buscado y recuperado, que lo que fue y aquello que es están ambos presentes en el tiempo futuro, y el mañana permanece en el pasado contenido.
Que en una cocina del siglo XVIII se mezclan los ingredientes, las culturas y las emociones.
Que en el vagón comedor de un tren del porfiriato los espíritus dictan a Madero las coordenadas de la revolución… ¿sexual?
Que la vida es una película en blanco y negro, con rumberas y asesinatos, amores y sangre, vista desde una mesa de pista.
Que el arte cobra vida, que tiene color, sabor, aroma… y hasta peso.
Que cada instante es un juego de espejos, de proyecciones, a saber si sólo psicoanalíticas o de plano tecnológicas.
Que tres de los mejores chefs de México cocinan sólo para ti.
Que una diva legendaria de la ópera, el teatro, el cine y el pop te canta al oído, te saca a bailar.
Que el cristal con el que miras cambia de color. (¿O será que la ilusión vive en el armazón de los anteojos?)
Que protagonizas una experiencia escénica, gastronómica, de vida, que no tiene precio.
Que el tiempo es éste y es todos, que es buscado y recuperado, que lo que fue y aquello que es están ambos presentes en el tiempo futuro, y el mañana permanece en el pasado contenido.
Que en una cocina del siglo XVIII se mezclan los ingredientes, las culturas y las emociones.
Que en el vagón comedor de un tren del porfiriato los espíritus dictan a Madero las coordenadas de la revolución… ¿sexual?
Que la vida es una película en blanco y negro, con rumberas y asesinatos, amores y sangre, vista desde una mesa de pista.
Que el arte cobra vida, que tiene color, sabor, aroma… y hasta peso.
Que cada instante es un juego de espejos, de proyecciones, a saber si sólo psicoanalíticas o de plano tecnológicas.
Que tres de los mejores chefs de México cocinan sólo para ti.
Que una diva legendaria de la ópera, el teatro, el cine y el pop te canta al oído, te saca a bailar.
Que el cristal con el que miras cambia de color. (¿O será que la ilusión vive en el armazón de los anteojos?)
Que protagonizas una experiencia escénica, gastronómica, de vida, que no tiene precio.